martes, 29 de abril de 2014

Muffins de chocolate y plátano con okara (harina de soja)

Esta semana receta doble!

Eso si... la semana que viene no voy a poner ninguna! :P

En el post anterior vimos cómo hacer leche de soja casera. Mientras estabamos haciendo la leche, os dije que guardarais las cáscaras de la soja (okara) porque ibamos a hacer otra cosa. Pues aquí está. Unos deliciosos muffins (magdalenas) de chocolate y plátano, y además, totalmente aptos para veganos, pues son sin huevo! Perfecto para la gente con alergia a los huevos, también.

Aparte de todo eso, son muy fáciles de hacer, y tan solo tendremos que seguir unos pocos pasos para tener unas magdalenas listas para disfrutar!


Dificultad: Fácil/Media
Duración: 35 minutos
Ingredientes

Primer bol (todo lo de la izquierda):

  • 1 vaso de Okara húmedo (sacado de la leche recién hecha)
  • 1/4 vaso (60ml) de leche de soja vainillada (o leche normal en su ausencia)
  • 1/4 vaso (60ml) de aceite de girasol
  • 1/2 vaso de azúcar moreno 
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla o una cucharada sopera de azúcar vainillado
  • 2 plátanos grandes o 3 pequeños


Segundo bol (los ingredientes de la derecha)

  • 1 vaso de harina blanca
  • 1/2 vaso de harina integral 
  • 1/4 vaso de cacao
  • Una pizca de sal
  • 1 sobre de levadura
1 vaso de pepitas de chocolate



Elaboración:

Vamos a precalentar el horno mientras preparamos los muffins. Lo ponemos a 180 grados.

Mezclamos todos los ingredientes del primer bol. Mezclamos los ingredientes del segundo bol. Vertemos lentamente los ingredientes del segundo bol al primero. Mezclamos sólo un poco, hasta que los ingredientes se hayan mezclado pero no unido. Añadimos las pepitas de chocolate y removemos hasta que se hayan unido los ingredientes. Es muy importante no mezclar demasiado. Pararemos cuando todavía queden bolitas de harina blanca en el bol, tal y como se muestra en la fotografía de la derecha del todo.



Repartimos esta mezcla en moldes de muffins, pero no sin antes engrasarlos. Si queréis que os queden con forma de "champiñón", debéis llenar los moldes hasta arriba. A mi me salieron 12 muffins bastante grandes. No lo podéis hacer si usáis papeles como molde. Debéis de usar moldes (a poder ser de silicona) con junta, para que la masa, al desbordar, no caiga encima de la bandeja y se quede junto al muffin, como en la foto.



Lo metemos en el horno durante aproximadamente 20-25 minutos. Comprobamos, metiendo un tenedor, que los muffins están hechos. Si lo están, el tenedor saldrá limpio. Y ya tenemos listos unos deli
ciosos muffins de chocolate y plátano! Más fácil, imposible!! Podemos es polvorear un poco de azúcar glass por encima para decorar (o fideos, o lo que queráis)

Saludos!





martes, 22 de abril de 2014

Leche de soja casera (2-3 propoints por vaso)

Hola a todos de nuevo!

¿No os habéis preguntado nunca por qué somos los únicos animales que tomamos leche una vez crecidos? Con el auge de Internet, están proliferando las páginas en las que se habla sobre temas de salud, y uno de los que están trayendo polémica ahora es el uso de la leche una vez crecidos. Cómo si eso fuera poco, encima nos estamos bebiendo la leche de un animal que ni es de la misma raza, una leche que tiene hormonas de crecimiento para vacas, antibióticas y mil porquerías más.

Gracias a las duras críticas que recibió la industria láctea, empezó a surgir la leche de soja. Hoy en día existen muchas dudas sobre si la leche de soja es realmente sana. Está comprobado que no es la panacea de todos los males, tal y como nos la venden en los anuncios de la televisión. Otros dicen que no es recomendable consumir productos de soja que no hayan sido fermentados. Eso ya la dejo a gusto de cada uno.




 La leche de soja es un producto muchísimo más fácil de obtener que la leche de vaca, pues no es necesario alimentar ni mantener la salud de ningún animal para obtenerla. El proceso para sacar la leche de soja es realmente fácil, por lo que debería de ser muchísimo más barata que la leche de vaca. El tema del precio es simplemente un tema de marketing. ¿Cómo conseguimos que todos los pobres quieran consumir un producto en concreto? Poniendo un precio que sólo los ricos pueden pagar. Ahora, debido a la competencia, podemos encontrar leche de soja a un precio muchísimo más económico, pero aún así excesivamente caro.

Este litro de leche que he hecho yo en mi casa me ha costado unos 20 o 25 céntimos. Si, independientemente de todo el rollo que he contado antes, eres de los que te gusta disfrutar de un vaso de leche de soja de vez en cuando, y además,  quieres estar seguro de lo que lleva, esta receta es para tí. La receta que a continuación describo, se trata de leche de soja sin más, con un sabor algo más fuerte que el de la leche comercial, y sin azúcar. Por supuesto, si os gusta la leche de soja dulce, podéis añadirle azucar, canela, miel, colacao o lo que prefiráis. Yo siempre opto por una cucharada de azúcar y una pizca de cenela, pero eso lo dejo a tu elección.


Dificultad: Fácil
Duración: 25 minutos
Ingredientes:

  • 120 gramos de soja (ver sección de Ingredientes)
  • 5 vasos de agua
  • (Un colador de tela o gasa)



Preparación:

Lo primero que tenemos que hacer es, una vez que hayamos lavado la soja, ponerla en agua durante al menos 12 horas, y si lo podemos dejar algo más mejor todavía. Debemos de cambiarle el agua a las 8 horas más o menos. Pasad la mano por la soja para quitar las pielecitas, que se despegarán si frotamos suavemente. Eso nos ayudará a que la leche sea más fácil de digerir todavía.

Cuando estemos preparados para preparar la leche, tiramos toda esa agua y preparamos la batidora. Ahí pondremos la soja y 2 vasos de agua, y lo picaremos durante unos 2 minutos más o menos.



Nos quedará una masa espesa que tenemos que filtrar usando un colador de tela o una gasa. Para hacerlo, ponemos un bol debajo del colador. Lo que cae del colador no es más que leche de soja, la que vamos a disfrutar en unos minutos. Tenemos que ir apretando la tela como si de una tetilla se tratara, para conseguir que caiga la máxima cantidad de leche posible. Para aprovechar la soja al máximo, cogemos lo que nos queda en el colador y lo volvemos  a poner en la batidora con 2 vasos de agua más. Repetimos el proceso pero esta vez sólo con un vaso. Nos saldrá aproximadamente 1 litro de leche de soja, o quizá un poco menos.

Importante: Nos va a quedar una masa que se llama Okara, y que no es más que los restos de soja que hemos triturado. No lo tiréis, porque con esto podemos hacer unos postres muy deliciosos. Un ejemplo de ello son los muffins de chocolate y plátano que puedes encontrar en este mismo blog (se publicarán el martes 29 de mayo). Esta "harina" de soja es un muy buen sustituto de los huevos en las recetas, por lo que es ideal para veganos.




Una vez que tengamos toda la leche de soja en el recipiente, cogeremos una olla y a fuego bajo-medio la iremos calentando hasta que hierva. Veremos que en el proceso se va creando una espuma por la parte superior, la cual iremos quitando y tirando con la ayuda de una cuchara o cualquier otro utensilio de cocina que veáis oportuno. Mezclaremos la leche constantemente pues no queremos que se nos pegue. Una vez que hierva, veremos que sale mucha espuma, la apartamos del fuego y quitamos la espuma. Repetimos el proceso hasta que no salga prácticamente espuma. Ahora ya tenemos nuestra leche de soja "caseramente pasteurizada".




Dejamos enfriar y añadimos los complementos que queramos, si es que queremos.  Y ya tenemos nuestra leche de soja casera lista para disfrutar. Espero que disfrutéis de esta fácil receta. Hacer tofu casero es igual de fácil, simplemente tenemos que repetir todo el proceso realizado para obtener la leche de soja, y después echamos el zumo de un limón. Pero, para eso, mejor que busquéis una receta online, pues hay un par de pasos a seguir.

Un saludo a todos y felices Pascuas


martes, 15 de abril de 2014

Crema de calabacín "fusión" (¡¡sólo 2 propoints!!)

Hola a todos de nuevo, saboríos!

Como bien dije en el último post, estamos empezando a notar ya el buen tiempo y la subida de las temperaturas... y eso en la cocina sólo quiere decir una cosa:

Hello Salad! Goodbye Soup!

Así que antes de que sudemos sólo con mencionarla... aquí viene una crema de calabacín exótica, con ingredientes del norte de África y de Asia, saliendo así de la típica y sobrecocinada crema de calabacín básica con 2 quesitos.

Esta crema de calabacín puede servirse tanto como primer plato, cómo en vasitos pequeños de chupito si tenemos una fiesta.

Al lío...

                             

Dificultad: Baja
Duración: 50 minutos
Ingredientes para 2 personas:
  • 2 calabacines (0pp)
  • 1 puerro (0pp)
  • 1 cebolleta (0pp)
  • 1 cebolla mediana (0pp)
  • Un trozo de jengibre como la uña del dedo gordo (0pp)
  • 2 cucharadas de salsa de soja (0pp)
  • 2 cucharadas de Ras el-hanout (o curry, pero recomiendo la mezcla de especias) (0pp)
  • Una rama de hierbabuena (0pp)
  • 2 Cucharadas de aceite de sésamo (no aparece en la primera foto) (2pp)
  • Agua
  • Opcional: 1 patata (5 propoints)
  • Opcional: 50ml de nata (3 propoints)
  • Opcional: Caldo de verdura (0 propoints)



Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es lavar toda la verdura y las hojas de hierbabuena, para evitar que se cuele en la olla la tierra que muchas veces contienen las hojas. Una vez que tengamos todo limpio, cortaremos la cebolla, el puerro y la cebolleta a trocitos pequeños y lo vamos a saltear a fuego medio con el aceite de sésamo y en una olla lo suficientemente grande para que quepa todoDespués de los 5 minutos, añadiremos las cucharadas de especias ras el-hanout (o curry), la salsa de soja y el jengibre troceado. Salteamos otros 10 minutos  .


Una vez trascurridos los 15 minutos, añadiremos el calabacín troceado y lo salteamos durante 2 minutos para que coja también el sabor de las especias, el aceite y las verduras.

Después de haberlo mezclado todo, añadiremos agua (o caldo de verdura) suficiente para cubrir todos los ingredientes y lo vamos a hervir todo durante 30 minutos. Sin embargo, 5 minutos antes de terminar (es decir, cuando lleve 25 minutos hirviendo) añadiremos la mitad de las hojas de hierbabuena, y sal al gusto.

Después de los 30 minutos, apartaremos la olla del fuego y quitamos casi todo el líquido para ganar textura. En caso de que quede demasiado espesa (lo cual es raro que ocurra con un par de calabacines), siemrpe se podrá añadir el líquido que hemos quitado. Es importante que la dejaremos enfriar, más que nada para que cuando le demos con el triturador no nos salpique por la cara y nos quememos. Si os gustan las emociones fuertes... allá vosotros.

Os recomiendo que guardéis ese jugo. Con una pastilla de avecrem, unas setas shii-take y un huevo roto dentro, podemos hacer una sopa sabrosa, sana y ligera.

Una vez que se haya enfriado, cogeremos la "turmix" y lo vamos a triturar todo hasta que no queden grumos de ningún tipo. Para servir, colocamos una hoja de hierbabuena encima y unas semillas de sésamo, y ya tenemos nuestra crema de calabacín preparada.

Por supuesto, si la probáis y tenéis alguno consejo para mejorarla, ponedlo en los comentarios. Si os gustaría ver alguna receta en concreto, por supuesto, también lo podéis poner!

Un saludo y nos vemos pronto!






lunes, 7 de abril de 2014

Adobo especial "Nomaspolloseco" para barbacoa

Hello de nuevo saborí@s!

La semana pasada llovió y tocó quedarnos en casa cocinando, pero esta semana no ha sido así. El buen tiempo y la temperatura agradable, al menos aquí en Mallorca, invitaban a salir fuera. ¡Pero no os preocupéis, que no os he abandonado!

Mis amigos siempre se mofan de mi cuando me voy de barbacoa por ahí y llevo pollo para echar a la parrilla.

Que si el pollo se queda seco... que si el pollo es súper soso... que con lo rica que está la panceta... que si eso es para dieta...

¿Ah, sí? ¡Pues os voy a hacer un pollo que os vais a c..................................... chupar los dedos! No hay alimento malo, sino cocinero inexperto. Excepto el durian... (http://www.diariodelviajero.com/asia/el-durian-la-fruta-reina-del-mal-olor) eso no hay por dónde cogerlo. O igual soy inexperto.

Cómo ya sabéis, el marinado nació debido a la necesidad de conservar los alimentos, cuando todavía no existían las neveras y había exceso de animales. Hoy en día esto ya ha pasado a la historia, y más que para conservar se usa para dar sabor y textura a la carne. La mayoría de marinados llevan componentes ácidos, pues es así como nos han llegado a nosotros. Los ácidos del marinado (vinagre, zumo de limón o de piña, yogur e incluso el agraz) penetran las moléculas de proteína y de grasa y hacen que la carne conserve su humedad. Sin embargo, también pueden destruir y dar un sabor excesivamente ácido a la parte superior. Cómo yo lo preparé de un día para otro, y sabía que me lo iba a comer al próximo día, no le puse componente ácido.

Si vuestro objetivo es el de conservar la carne durante más tiempo, os recomiendo encarecidamente que añadáis un componente ácido a vuestro marinado, y si podéis, algo de pimentón, un antibiótico natural que no dejará que ninguna bacteria se reproduzca en nuestra carne... al menos por un tiempo :-)

Bueno, a lo que vamos... que me enrollo yo aquí solo y no paro. Los ingredientes a continuación son para 3 pechugas enteras, es decir, 9 filetes. A más pollo, más adobo.


Dificultad: Muy fácil
Duración: 10 minutos
Ingredientes


  • 3 pechugas de pollo enteras (importante)
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra
  • 5 ajos grandes
  • Unas ramas de perejil fresco (nunca seco)
  • Unas hojas de orégano fresco (nunca seco)
  • 2 guindillas a trocitos (opcional)
  • Guindilla picada al gusto (opcional y recomendable)



Preparación:

Lo primero que vamos a hacer es preparar los ingredientes para picar. Pelamos los ajos y los troceamos, lo más pequeñito que podamos. Cortamos las guindillas a trocitos pequeños (y nos lavamos las manos). Cortamos y quitamos las ramas al orégano y al perejil. Lo ponemos todo en el mortero.



Picamos hasta que todos los ingredientes estén bien machacados, y añadimos unas cucharadas de aceite de oliva. Id con cuidado, pues si añadís demasiado os va a salpicar cuando lo machaquéis. Le damos unos meneítos en el mortero hasta que, cerrando los ojos y oliéndolo, notemos el aroma de todos los ingredientes. Si hay algún ingrediente que no notéis, puede que las proporcionas que hayáis puesto no sean las correctas, por lo que podéis añadir algo de lo que os falte. Cuidadín con la guindilla... Cuando esté todo picado, añadimos un poco más de aceite para que nos sea más fácil esparcirlo por la carne luego.

Lo siguiente que vamos a hacer es cortar las pechugas. Es importante que compréis las pechugas enteras, o que os las corten en la carnicería, porque las que venden fileteadas son demasiado delgadas para hacer a la parrilla y se os van a quedar resecas (con la posterior mofa de los compañeros). Cortad las pechugas en tres filetes, cómo se ve en la foto.



Ahora cogemos un recipiente dónde vayamos a guardar la carne, y vamos colocando pisos de carne como si de una lasaña se tratara. Colocamos carne, y ponemos sal, pimienta y guindilla picada (echad tranquilamente, que luego con el aceite se esparce y puede quedar más soso). Luego con la cuchara del mortero, esparcimos un poco de picadillo por encima.



Una vez que hayamos terminado con toda la carne, la cubrimos de aceite. Si nos ha sobrado algo de picadillo lo echamos encima de la carne, por supuesto. ¡No tiramos nada!


Para picar la guindilla, yo compré un bote de estos del Mercadona y lo metí en el turmix. Volví a rellenar el mismo bote con la guindilla picada. Encuentro que es una buena manera de sazonar la comida para que nos quede algo picante, sin necesidad de darle sabor picante a todo el caldo o a todo el plato, si a la otra gente no le gusta.

                      

Y así es como nos queda nuestro pollo una vez finalizado.


Recomendaciones finales:


  • Si vais por el campo, no dejéis la carne al sol. Aunque esté marinada, no lleva componente ácido, por lo que no se conserva tan bien como un escabeche, por ejemplo. Tampoco es que se vaya a poner malo en un día por no tener ácido, pero es de sentido común que no hay que dejar la carne dónde más alta sea la temperatura.
  • ¡¡¡Ni se os ocurra tirar el aceite!!! Con ese aceite hacemos unas patatas fritas/bravas de rechupete.
  • Es mejor siempre hacerlo de un día para otro y conservarlo en la nevera. Cuanto más tiempo esté la carne marinada, más sabor cogerá.
  • A la hora de hacer el gril (barbacoa, parrilla), sobretodo si lo hacéis en casa y tenéis una maceta de cerámica, un buen truco es coger unas hierbas aromáticas, como un poco de tomillo y unas ramas de romero y colocarlas encima de las brasas y poner la maceta al revés cubriendo las hierbas. El humo aromático saldrá por los agujeros de la maceta (dónde normalmente sale el exceso de agua) y les dará a nuestras pechugas un sabor excepcional. 
  • Es muy dificil calcular la cantidad de puntos que tiene esta receta, pues todo depende realmente de la cantidad de aceite consumido. En general se consume muy poco aceite del que usamos para el marinado, pero prefiero no dar una puntuación en propoints a deciros algo al azar o una mentira.